Definiciones:
- JORNADA ESCOLAR: Es el tiempo diario que dedica el establecimiento educativo a sus estudiantes en la prestación directa del servicio público educativo, de conformidad con las normas vigentes sobre calendario académico y con el plan de estudios. Una Jornada Escolar establecida autónomamente por decisión democrática de las comunidades educativas y acompañada de un mayor aprovechamiento de la infraestructura escolar, mejora en las condiciones de trabajo, más profesorado y personal en los centros, mayor dotación escolar y una oferta suficiente de actividades extracurriculares complementarias, será un instrumento importante que mejore la calidad de la enseñanza y redunde en beneficio del alumnado, profesorado, personal no docente y comunidad educativa en general.
- HORARIO DE LA JORNADA ESCOLAR: El horario de la jornada escolar será definido por el rector o director, al comienzo de cada año lectivo, de conformidad con las normas vigentes, el proyecto educativo institucional y el plan de estudios, y debe cumplirse durante las cuarenta semanas lectivas establecidas por la Ley 115 de 1994 y fijadas por el calendario académico de la respectiva entidad territorial certificada. Este horario de la jornada escolar debe permitir a los estudiantes, el cumplimiento del as siguientes intensidades horarias mínimas, semanales y anuales, de actividades pedagógicas relacionadas con las áreas obligatorias y fundamentales y con las asignaturas optativas, para cada uno de los grados de la educación básica y media, las cuales se contabilizarán en horas efectivas de sesenta minutos.
Horas Semanales Horas anuales
a) Básica primaria 25 horas semanales y 1.000 anuales
b) Básica secundaria y media 30 horas semanales y 1.200 anuales.
El horario escolar del alumnado, en su duración y distribución, ha de buscar el máximo aprovechamiento y rendimiento. Eso es posible mediante:
– Adecuada conjunción de períodos de trabajo con períodos de descanso.
– Metodología –dentro y fuera del aula- activa, científica e investigadora, separadora de la mera transmisión y recepción pasiva.
La distribución del tiempo debe superar la actual mecánica horaria de períodos rígidos buscando períodos más amplios y flexibles, necesarios en una metodología activa. Los períodos de descanso, variables en duración y número, se han de adaptar a la edad de los niños y niñas.
La Jornada Escolar en Europa
En todas las naciones europeas, a excepción de Grecia, los niveles de enseñanza primaria y el primer nivel de la enseñanza secundaria o la formación profesional, son actualmente obligatorios. La tendencia general es que la obligatoriedad de la enseñanza alcance hasta los 16 años (ocho países). Bélgica es la nación que ha extendido la obligatoriedad de su enseñanza a toda la secundaria, es decir hasta los 18 años.
Alemania
En Alemania casi toda la enseñanza obligatoria (primaria y secundaria) es
pública, dependiendo directamente de los Estados o Länder. Las escuelas
alemanas funcionan como escuelas de media jornada con horarios que
oscilan, según los Estados, entre las 7:45 y las 8:15 hs. para el inicio hasta
las 12:45 a las 14:15 hs. para el final de la jornada.
Para el caso de la educación infantil o preescolar, los jardines de jornada completa son muy escasos (aunque existen algunas diferencias regionales). Fundamentalmente, éste no es un nivel asumido por los Estados.
Aunque Alemania mantiene una jornada simple, los docentes germanos
son los que más horas de trabajo tienen en promedio en la Comunidad
Europea. Éste es de unas 23 o 24 horas de clases a la semana, a lo que
hay que sumar una hora u hora y media por clase para la preparación o
corrección de ejercicios. Además, los docentes germanos tienen un
mayor número de días lectivos (entre 200 y 226 días al año) y un
consiguiente menor número de días de vacaciones (sólo superado por los
daneses).
Cabe destacar, además, que los centros escolares y los servicios municipales cuentan con instalaciones avanzadas y con una oferta muy importante de actividades extraescolares, culturales y recreativas.
Dinamarca
Dinamarca cuenta con una jornada continua para su escuela, que escolariza
obligatoriamente a su población desde los 7 hasta los 16 años.
A diferencia de Alemania, se decidió por una semana general de cinco
días (de lunes a viernes y de 8 a 14 hs, dejando los sábados libres),
concordante con el tiempo semanal habitual de la sociedad danesa. Sin
embargo, mantiene con Alemania similares tendencias en lo que
respecta a las cargas temporales de las jornadas, que son, en comparación con otros países de la Comunidad Europea, bastante fuertes. Así, los datos generales indican un alto número de días lectivos (200) y el menor de vacaciones de todas las naciones de la comunidad (92). El margen de horas de clase por semana va desde las 15 hasta las 34 horas semanales.
Un rasgo distintivo del sistema educativo danés es el papel que tiene la educación del "tiempo de ocio", una vez que ha terminado la jornada escolar diaria. Se la considera como su extensión. Efectivamente, los servicios escolares, facilitados por la misma escuela y por los ayuntamientos, así como los albergues de tiempo libre, los clubes juveniles, etc. Son fundamentales en la vida de los escolares daneses una vez que ha terminado la jornada diaria.
Las escuelas ofrecen sus instalaciones para los deportes y otras actividades de tiempo libre (práctica de artes, diseño y artesanado, nuevas tecnologías, etc.). Pero son las autoridades municipales, en cooperación con los padres, las que establecen verdaderos planes de educación de tiempo libre, fijando de común acuerdo sus requisitos y los de las personas que deben hacerse cargo de esta educación.
Los monitores o personal a cargo de estas actividades están calificados
pedagógicamente para tal cometido. El costo de la educación de tiempo
libre corre por cuenta de los municipios y de los padres.
Otro dato a destacar es que, a pesar de que Dinamarca es el país que
tiene una variación de horas de enseñanza por semana más matizada, de
acuerdo con los cursos y las edades de sus alumnos, la tendencia general
de la Comunidad es mantener una banda horaria muy rígida e
independiente de la edad de los alumnos. Desde el cuarto año, el tiempo total relacionado con la escuela durante el año excede el tiempo laboral normal de la sociedad, que es aproximadamente de 38 horas semanales.
Conclusiones de Eurydice:
Las escuelas primarias españolas son ya las únicas de Europa que mantienen con carácter general una verdadera doble jornada, con una pausa intermedia de dos horas o incluso dos y media para comer. Esta es la conclusión que primero salta la vista al comparar los horarios escolares de los países más importantes de la UE, detallados en la base de datos de Eurydice: la red de información sobre sistemas educativos creada por la Comisión Europea para facilitar la cooperación en este ámbito. La mayoría de los sistemas presenta una enorme complejidad, variedad regional y flexibilidad en función de la mayor o menor autonomía de los propios centros, hasta el punto de que las excepciones y las especificados son regla. Con todo, la peculiaridad española es de lo más llamativo del informe; llamativo, que no sorprendente, teniendo en cuenta que la partición de la jornada en las escuelas no es sino el reflejo de los horarios laborales tradicionales en España; un efecto de la resistencia de parte del mundo laboral y el comercio a incorporarse al modelo de jornada continua que se va imponiendo en todo el mundo.
El mismo estudio revelaba que el 74,4% de los progenitores cree dedicar suficiente tiempo a sus hijos cuando no están en el colegio; y si no lo hacen es, según el 66,2%, por culpa del trabajo. El 92,8% de estos mismos padres señalaba la falta de tiempo, no obstante lo anterior, como causa primordial de posibles dificultades en la relación con los hijos.
Que las escuelas españolas de primaria se destaquen por sus larguísimas pausas en función de los particulares horarios de los papás y las mamás; que los pequeños disfruten o padezcan de una extraordinaria gama de actividades extraescolares, todo eso no significa que España sea el único país con dificultades de acomodación entre las actividades de los niños y sus mayores. En Finlandia, cuyo Estado es el mejor alumno de Europa en la asignatura de Educación, los problemas para compatibilizar la vida laboral con la familiar son objeto de uno de los debates sociales más en boga. "Mucha gente trabaja nueve o diez horas al día. Por eso y por la elevada tasa de divorcios que tenemos, aquí hablamos mucho del tiempo que dedicamos a los hijos, de la mala educación y los crecientes problemas de disciplina entre los jóvenes, de la mala conciencia de muchos padres...", dice la profesora Riina Sandberg-Turunen, jefa de estudios del instituto Kulosaari de Helsinki. Otro país donde el asunto preocupa especialmente a la sociedad y sus autoridades es Alemania, normalmente poco sospechoso de desorganización. No en vano el Consejo de la Unión Europea aconsejó hace dos años a Berlín y a los dirigentes de los länder - con motivo de las recomendaciones a los socios comunitarios en materia de empleo- que tomaran medidas urgentes para corregir los desfases horarios entre los escolares y sus padres.
Tampoco las actividades adicionales a los estudios son un invento español ni mucho menos, aunque en España puedan existir abusos y exageraciones en la explotación de tales ofertas. El informe de Eurydice da cuenta de la existencia de grandes inversiones y esfuerzos en la organización de ocupaciones extraescolares en todos los países europeos. Cada vez son más las escuelas de primaria que dedican unas cuantas horas, antes y/ o después del programa puramente lectivo, a dichas actividades. Lo que varía es su financiación, que no siempre es asumida por el estado público
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